La palabra se compone con el vocablo inglés bullying, que refiere acoso e intimidación, y el prefijo ciber-, que indica relación con redes informáticas. En inglés, la forma correcta de escribir la palabra es cyberbullying.
Como tal, el ciberbullying o ciberacoso
supone la situación de hostigamiento, abuso y vejación sostenido y repetido a
lo largo del tiempo, de una persona por parte de un grupo de individuos.
Su característica fundamental es que para
llevarse a cabo se vale de las redes informáticas y de los recursos
tecnológicos actuales, como computadoras, teléfonos inteligentes, tablets, e,
incluso, consolas de videojuegos.
Los medios a través de los cuales se
efectúa el ciberbullying, por otra parte, se desplazan del espacio físico al
escenario virtual, y de este modo se manifiesta en sitios como redes sociales,
chats, foros, correo electrónico, páginas web, blogs, fotologs, videojuegos,
entre otros.
El tipo de acciones que constituyen
ciberbullying, en este sentido, se relacionan con el envío de mensajes de
texto, correos electrónicos, imágenes, ilustraciones y videos que puedan
atormentar, amenazar, hostigar o humillar a la persona.El ámbito de internet, además, propicia el anonimato, o la adopción de perfiles inventados para enmascarar en el ciberbullying, de modo que al estrés de la víctima puede sumarse la sensación de no saber quién lo está atacando.
Las consecuencias del ciberbullying son devastadoras a nivel psicológico y emocional para la víctima. Su bienestar psíquico y salud emocional son vulnerados, todo lo cual lo hace más susceptible de sufrir, en el futuro, de depresión, ansiedad, fobia escolar o trastornos de aprendizaje, entre otras cosas.
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